
La Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, aprobada por la Resolución 48/104 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de 20 de diciembre de 1993, es el primer documento internacional que aborda de forma clara y específica este tipo de violencia.
El artículo 1 la define como todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino o que pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o el acoso, tanto si se producen en espacios privados como públicos.
En 2013, la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU identificó el acoso sexual y otras formas de violencia sexual en espacios públicos como un ámbito específico de preocupación, e instó a los gobiernos a adoptar medidas preventivas.
El espacio público es un ámbito donde confluyen múltiples y diversos escenarios; es un lugar de encuentro y socialización, donde «todo el mundo puede disfrutar de los placeres de la sociabilidad pura, de la vida relacional sin objeto concreto» (Delgado, 2007). Es un lugar donde coinciden y se enfrentan las relaciones de poder y la búsqueda y ejercicio de las libertades individuales y colectivas (Fuentes y Peña 2011).
Nos referimos a la violencia y el acoso machista que sufren las mujeres en las calles o plazas, en espacios de ocio o culturales, centros comerciales, aparcamientos, aeropuertos, estaciones de tren o metro, etc.
La inteligencia emocional se define como un conjunto de habilidades, tanto sociales como emocionales, que, si se trabajan con perspectiva de género, favorecen el empoderamiento de la persona y la construcción de una personalidad resiliente e íntegra. La inteligencia emocional favorece un carácter integrador en las personas, diluyendo las aptitudes violentas debidas a diferencias culturales o de género (Cassà, È. L. (2007).
La asociación FPS está convencida de que la inteligencia emocional puede convertirse en una gran herramienta para hacer frente a la violencia de género, ya que puede desarrollar en las víctimas potenciales una forma de afrontamiento muy eficaz.
Los objetivos fijados y los resultados tangibles que se obtendrán con el proyecto (materiales y recursos didácticos) están diseñados para ser utilizados en centros de aprendizaje social no formal. Por otra parte, los contenidos desarrollan competencias sociales y emocionales que exigen compromiso social y conciencia de los valores cívicos europeos.
Código: 2022-1-LT01-KA220-ADU-000086398
Coordinador:
– Versli Mama (Lituania).
Socios:
– INDEPCIE (España)
– Puhu Arastirma ve Danismanlik (Turquía)
– ENHI | European Network for Holistic Integration (Suecia)
– CSI CENTER FOR SOCIAL INNOVATION LTD (Chipre)
– VAEV Research and Development Agency GmbH (Austria)
