¿Cómo son las personas emocionalmente fuertes?
Las personas emocionalmente fuertes manejan las tensiones de la vida diaria de manera más efectiva y se recuperan más rápidamente de los desafíos y las crisis cuando surgen. Dado que la fuerza emocional se refiere a las capacidades internas de autogestión y auto regularización de una persona, ¿podemos determinar con precisión la fortaleza interna de alguien en función de lo que vemos en el exterior?
La cultura popular a menudo retrata a las personas emocionalmente fuertes como individuos silenciosos y estoicos que nunca se quejan y cuya expresión emocional durante las crisis se limita a la cuadratura mandibular, apretar los puños y silenciosas miradas épicas hacia el horizonte. Cualquier signo de “fuga” emocional (es decir, que exprese angustia emocional de alguna manera) o lágrimas (especialmente en los hombres), a menudo se considera evidencia de que la persona tiene dificultades para sobrellevar la situación y que es emocionalmente débil.
Tales nociones no solo son incorrectas sino tremendamente engañosas. La fortaleza emocional tiene poco que ver con el estoicismo y mucho menos con cualquier reacción momentánea. Más bien, la fortaleza emocional es algo que solo se puede evaluar a lo largo del tiempo. Por definición, involucra la capacidad de una persona para afrontar los desafíos y recuperarse de ellos, y no cómo responden en un momento dado.
Por ejemplo, si dos emprendedores invirtieron cinco años en una empresa que fracasa, ¿cuál de ellos es emocionalmente más fuerte, el que se siente destrozado y rompe a llorar cuando se queda sin fondos, o el que siente el corazón roto pero mantiene sus emociones bajo control?
La respuesta es ninguna de las dos: fue una pregunta trampa. (Lo siento.)
La reacción inmediata de la persona importa mucho menos de lo que hacemos a partir de entonces. Alguien podría romper a llorar en el momento, sentirse terriblemente mal durante unos días, pero luego recuperarse y comenzar a trabajar en su próxima gran idea. Una persona aparentemente estoica puede parecer más fuerte en el momento del impacto, pero puede sentirse tan derrotada que abandone por completo sus proyectos empresariales. En esta comparación, el ejemplo tiene claramente más fortaleza emocional que el segundo, a pesar de mostrar una mayor angustia emocional en su respuesta inmediata.
Con frecuencia, nos juzgamos a nosotros mismos incorrectamente en tales situaciones. Si reaccionamos emocionalmente o con lágrimas en las situaciones de impacto emocional, nos castigamos a nosotros mismos por ser “débiles”, a pesar de que pretendamos persistir y seguir adelante.
En realidad, lo que creamos sobre nuestras futuras posibilidades de mejora o lo desalentados que nos sintamos a largo plazo, es mucho más importante, que cómo se expresen nuestras emociones ante el impacto de las tensiones y las malas noticias en relación a nuestra fortaleza emocional.
Por lo general, las personas con fortaleza emocional suelen tener estas siete características:
- Están menos desanimados por los reveses y decepciones.
- Son más adaptables al cambio.
- Son capaces de reconocer y expresar sus necesidades.
- Suelen centrarse en superar el obstáculo en lugar de en el obstáculo mismo.
- Puede aprender de los errores y aceptan las críticas.
- Tienden a ver una perspectiva más amplia en una situación desafiante.
- Son capaces de recuperarse más rápidamente de las heridas emocionales como el fracaso o el rechazo.
Tras haber leído la lista anterior, si no te consideras con fuerza emocional, no te preocupes porque puedes desarrollarla trabajando sobre tu modo de pensar y aprendiendo respuestas más adaptables a las angustias diarias de la vida.