“DISAWORK”. Development and Implementation of a Social Emotional Approach to the Workplace
El mundo está cambiando y la forma en que nos manejamos en nuestro lugar de trabajo es angustiosa. Incluso el concepto de inteligencia o competencia ha cambiado. Y obviamente, esto ha afectado al mundo laboral, independientemente del campo al que nos refiramos. Los empresarios, ejecutivos, gerentes y trabajadores en general están obligados a desarrollar nuevas habilidades y estrategias para un nuevo mercado. Aquí está el lugar de la Inteligencia Emocional (IE), y un arma extra para mantener los niveles de empleabilidad, pero también los estándares de calidad y producción en un nuevo escenario económico y social.
En años pasados, la IE de los empleados era baja en la lista de calificaciones, especialmente para los líderes. Sin embargo, con la forma en que el mercado ha cambiado, la forma en que alguien se conecta con los demás a nivel emocional es cada vez más importante. Los líderes de las compañías necesitan entender la conexión emocional que las audiencias tienen con los servicios, productos y compañías como un todo.
En este contexto, el proyecto DISAWORK tiene por objeto proporcionar una gestión de alta calidad en materia de aptitudes emocionales a los empresarios, gerentes y PYMEs europeas, así como a sus trabajadores y empleados. El IE tiene aplicación en múltiples sectores productivos, siempre enfocado a la mejora de los resultados de las personas y organizaciones, desde un punto de vista personal o profesional. Uno de esos campos de desarrollo es el lugar de trabajo y sus aplicaciones a la empleabilidad en una sociedad expuesta a cambios constantes. Este es un punto de atención importante en la Unión Europea, con una tasa media de desempleo del 6,8% (Eurostat, agosto de 2018) que supera el 15% en países como España o Grecia, y tasas medias cercanas al 20% en el desempleo juvenil (hasta el 38% y el 32% en los países mediterráneos mencionados).
Porque cada día tomamos decisiones cargadas de emoción. Sentimos que el plan A es mejor que el plan B y a veces tomamos decisiones basadas en nuestras emociones o en nuestros sentimientos. Cuando comprendemos el origen y la fuente de estas emociones, especialmente cuando trabajamos en equipo, estamos más en sintonía con los demás. Con la globalización, la inteligencia emocional es más significativa que nunca cuando los equipos son interculturales y globales, lo que aumenta la complejidad de las interacciones de las emociones y la forma en que se expresan. Esencialmente, la inteligencia emocional en los lugares de trabajo se reduce a la comprensión, la expresión y la gestión, las buenas relaciones y la resolución de problemas bajo presión.