En un entorno económico que cambia rápidamente, las competencias requeridas para los licenciados evolucionan en su importancia relativa. La agroindustria no es una excepción, un campo que está exigiendo un nuevo perfil de empresarios y líderes para hacer frente a sus nuevos desafíos. En las recomendaciones para la futura formulación de políticas se hizo hincapié en la promoción de una visión más compleja de la educación y el aprendizaje, y también de la agricultura, mediante el estudio de las interconexiones entre la escolarización, la agricultura, la transformación rural y el cambio social, el valor del aprendizaje no formal e informal en las políticas y, sobre todo, la priorización y el desarrollo de las aptitudes generales de la población rural.
Por una parte, las conclusiones señalan la necesidad de que los programas de agronegocios reconozcan el papel fundamental que las nuevas aptitudes, como la creatividad, desempeñarán en la economía del conocimiento y empiecen a atender las necesidades de esas aptitudes. Los resultados también muestran que el sector busca individuos con un fuerte pensamiento crítico, buenas habilidades de comunicación, con las actitudes adecuadas, que puedan trabajar y colaborar en equipo. El conocimiento especializado en campos estrechos no se valora tanto, e incluso la mayor queja de los empleadores para los programas académicos fue el enfoque extra en las habilidades técnicas (como las finanzas y la contabilidad) en lugar del desarrollo de un pensamiento crítico más profundo y de las habilidades de resolución de problemas. Parece que el mercado de trabajo de este sector exige también trabajadores que posean aptitudes genéricas, que puedan pensar de forma creativa y crítica, resolver problemas y que sean lo suficientemente flexibles para trabajar en condiciones siempre cambiantes. Las aptitudes genéricas, como la comunicación interpersonal, la capacidad de colaborar y trabajar en equipo están adquiriendo valor e importancia en la nueva economía.
En general, tanto los empleadores como los educadores han observado una grave carencia de aptitudes blandas entre los graduados en ingeniería, y la agricultura y la ganadería no son una excepción. Las aptitudes de comunicación son las que se han citado con más frecuencia, seguidas de los conocimientos de gestión empresarial o de proyectos. Las aptitudes generales no se limitan al lugar de trabajo profesional, sino que su necesidad se extiende también a otras esferas de la vida, por ejemplo la sociedad y la familia. Este es el objetivo principal de nuestro proyecto, ayudar a los empresarios de la agroindustria a superar las dificultades más importantes en su día a día mediante la detección, el desarrollo y la mejora de las habilidades blandas, desarrollando un sistema de capacitación para generar las habilidades y destrezas que exige el nuevo contexto laboral.